Atención e impulsividad

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Cuando hablamos sobre TDAH hay que tener muy clara una cosa: los problemas son educativos; los trastornos, patológicos. Es decir, vivimos en una época en la que los niños se crían en un entorno caótico, lleno de estímulos que les distraen constantemente, lleno de nuevos objetos que explorar. Además, por causas sociales, estos niños a menudo no reciben la atención que necesitan, no hay nadie mirándolos ni centrando su atención: les dejan explorar libremente sin ponerle límites, de forma que los niños aprenden a pasar de un estímulo a otro, de pasar de un juego a otro o de ir de un lado a otro sin pararse apenas unos instantes. Esto da lugar a que niños sanos puedan tener comportamientos parecidos al TDAH.

Ene ste artículo se pretenden dar algunos consejos a padres y docentes para fijar la atención tanto de unos como de otros: fijar metas o planes de acción; utilizar ciertos programas de ordenador que ayudan a desarrollar la atención en un marco que suele motivar a los niños; elogiar cualquier logro; utilizar un sisitema de fichas; establecer rutinas; enseñarle a hblarse a sí mismo, etc.